viernes, 21 de mayo de 2010

Un buen intento de Queen.


Hay bandas que son legendarias por una razón, ya sea por tener canciones que el mundo entero conoce o por tener integrantes controversiales que a la final todos apoyan y aman. Muchas de esas bandas hoy en día no existen, y solo nos queda morir de envidia al escuchar a nuestros padres contar anécdotas, como cuando vieron a Queen con Freddie Mercury en vida, incluido.

Por suerte, o mala suerte dependiendo del punto de vista, existe algo llamado bandas tributo y cuando me entere que Dios Salve a la Reina se presentaría en la ciudad donde resido, no perdí la oportunidad de decir “yo voy”.

El Universo conspiró a mi favor y conseguir la entrada fue más fácil que maldecir al Presidente. La Fundación Policlínico la Viña fue la encargada de traer a estos argentinos; y tener familiares que trabajen en esa reconocido centro de salud carabobeño, fue una bendición puesta en mi vida por algún ser sobrenatural, en el cual no creo. ¡Genial! Disfrute del concierte e hice caridad, mi alma estará más limpia después de esto. Aunque el precio de la entrada fue elevado, iba destinado a dicha fundación.

El evento se dio el pasado 6 de mayo en el área de piscina del Hotel Intercontinental Tacarigua en Valencia, y parecía más bien un concierto de Luis Miguel que uno de rock. Hombres de traje y mujeres en vestidos y recién salidas de la peluquería caracterizaban al público, sentado en mesas dispuestas alrededor de la piscina. Menos mal que se me ocurrió usar mis tacones ¡los más altos!. Lo interesante del público es que la mayoría se conocía por ser trabajadores del ya mencionado centro de salud, así que el ambiente se sentía como un concierto exclusivo para ti y tus amigos.

Aunque se suponía que el recital debía comenzar a las ocho de la noche, no fue hasta las diez y media que se montaron los teloneros en tarima; y como era la noche de las bandas tributo Rock and Janis es un homenaje a la ya fallecida cantante hippie Janis Joplin. Aunque eran novedosos para mi, son bastante reconocidos, habiendo trabajado en el soundtrack de un documental de la vida de la misma Joplin, creado por la cineasta neoyorkina Eileen Shamelson.

Pero íbamos a lo que íbamos y yo nada mas quería ver si Pablo Padin, vocalista de Dios Salve a la Reina, era en realidad una copia fiel de Freddie Mercury. A las once y cuarto de la noche obtuve mi respuesta. A pesar de ser de la misma estatura y contextura, de tener el mismo corte de cabello y movimientos similares, hay detalles en Padin que no te hacen sentir que tienes a Mercury en frente. Bigote falso y vestuario hecho por costureras amateurs te hacen saber que es un tributo, y nada más. Pero tocan realmente bien y a voz de Pablo Padin tiene clara similitud con la del vocalista original de Queen.

Aunque los presentes se mostraron cohibidos al principio del recital, canciones como I Want To Break Free y The Show Must Go On, no pudieron impedir que el público cantara al unísono. Para cuando el grupo canto la reconocida Crazy Little Thing Called Love no quedaba nadie sentado.

Pablo Padin en el piano y voz, Francisco Calgaro en la guitarra y teclado, Ezequiel Tibaldo en el bajo y Matías Albornoz en la batería, cerraron la noche con un medley de We Are The Champions y We Will Rock You, recordándole a los presentes, durante una hora y media, lo fantástica que era la música en su adolescencia. Para los jóvenes que no pudimos vivir la experiencia de ver en vivo a estas leyendas de la música, siempre están las bandas tributo para medio-llenar ese vacío.

No hay comentarios: